Braco



Braco de Weimar


braco de Weimar o weimaraner es una de las razas de perros más elegantes por su figura estilizada y espectacular belleza. Su rasgo más característico es el pelaje grisáceo que le hace realmente inconfundible pero su personalidad es también una de sus características más valoradas de este perro. Sus aptitudes le han hecho resaltar como uno de los perros más valorados para la caza, no obstante y afortunadamente, a día de hoy es una mascota excelente al margen de esta cuestionada afición.

Apodado como el "fantasma gris", este perro nos ofrece un carácter amable y paciente a la vez que unas características físicas envidiables, perfectas para familias activas y dinámicas. Aunque existen perros weimaraner de pelo corto y de pelo largo, todos quedan unidos en una misma raza.

En esta ficha de Experto Animal detallaremos contigo todo sobre el braco de Weimar o weimaraner ya sea acerca de su historia, del carácter que posee o de sus características físicas. Si estás pensando en adoptar a un perro de esta raza, no dudes en informarte bien al respecto ya que se trata de un animal especial que precisa cuidados concretos.



Origen del braco de Weimar


Aunque se muestran perros similares al weimaraner en pinturas y grabados anteriores a 1800, la historia de la raza anterior al siglo XIX es desconocida. Se ha especulado mucho sobre el tema, pero ninguna de las hipótesis propuestas puede confirmarse con certeza. Sin embargo, a partir del siglo XIX la historia es bien conocida. A principios de ese siglo, el Gran Duque Carlos Augusto gobernó el ducado de Sajonia-Weimar-Eisenach, en territorio que hoy día forma parte de Alemania. Carlos Augusto era un noble muy aficionado a la caza mayor y en una de sus tantas cacerías conoció a los antecesores del actual weimaraner.

Tan fuerte fue la impresión que causaron esos perros grises y robustos sobre el Gran Duque que decidió desarrollar una raza de perros muy versátiles para la caza. Además, decretó que estos perros solamente podían ser criados por la nobleza y usados para la caza. Por tanto, la raza permaneció casi desconocida para el pueblo. En esas épocas el braco de Weimar era empleado principalmente para la caza mayor y de ahí viene su fuerte temperamento y mayor agresividad que otras razas de muestra actuales.

A fines del siglo XIX y cuando ya existía la República Alemana, se forma el Club Alemán del weimaraner. Ese club mantuvo la raza en manos de pocos criadores, prohibiendo la venta de estos perros a personas que no pertenecían al club. Por tanto, la raza se desarrolló entre cazadores muy ocupados de la selección de perros en función de sus habilidades de caza.

Con el paso del tiempo y la invasión y destrucción del hábitat de especies de caza mayor, la caza fue orientándose principalmente hacia presas pequeñas, tales como roedores y aves. Así, gracias a su versatilidad, los bracos de Weimar pasaron de ser perros de caza mayor a perros de muestra.

A mediados del siglo XX, el weimaraner salió de su región natal gracias a Howard Knight, un aficionado de la raza y miembro del Club Alemán del Weimaraner que llevó algunos ejemplares a los Estados Unidos. Esto sucedió en 1928 y ese fue el momento crucial para que la raza cobre más protagonismo posteriormente en otras regiones. Después se difundió gradualmente a diferentes puntos del globo hasta llegar a ser una raza conocida por todo el mundo.

Hoy en día el braco de Weimar es utilizado como perro de búsqueda y rescate, participa en deportes caninos, tiene una importante presencia en exposiciones caninas y es una excelente mascota en muchos hogares.



Características del braco de Weimar


El weimaraner es un perro hermoso, esbelto y de talla mediana a grande. La variedad más conocida de esta raza es la de pelo corto, pero también existen bracos de Weimar de pelo largo. Es fuerte, musculoso y atlético. La longitud de su cuerpo es ligeramente superior a la altura a la cruz. La espalda es relativamente larga y la grupa un poco inclinada. El pecho es profundo, llegando casi a la altura de los codos, pero no es muy ancho. La línea inferior asciende ligeramente a la altura del vientre.

La cabeza es más ancha en los machos que en las hembras, pero en ambos casos está en perfecta armonía con el resto del cuerpo. En la mitad de la frente presenta una hendidura, pero la depresión naso-frontal (stop) es poco pronunciada. La nariz es de color carne, pero se vuelve gris gradualmente hacia la base. En los adultos los ojos son de color ámbar claro a oscuro y tienen una mirada expresiva. En los cachorros los ojos son azules. Las orejas, anchas y largas, cuelgan a los lados de la cabeza.

La cola del braco de Weimar es fuerte y se inserta un poco más abajo de la línea dorsal. Cuando el perro está activo la lleva horizontal o un poco levantada, pero en reposo la lleva colgando. Tradicionalmente se amputaba a un tercio de su longitud, pero afortunadamente hoy en día ese no es un requisito del estándar de la Federación Cinológica Internacional (FCI) y se considera ilegal en la mayoría de países.

El pelaje del weimaraner puede ser corto o largo, dependiendo de la variedad a la que pertenezca el perro. En la variedad de pelo corto, la capa externa es fuerte, tupida y bien pegada al cuerpo. En dicha variedad casi no existe lanilla interna. En cambio, en la variedad de pelo largo, la capa externa es larga y suave, y puede o no existir lanilla interna. En ambas variedades el color debe ser gris plateado, gris ciervo, gris ratón o cualquier transición entre esas tonalidades.

Según el estándar FCI de la raza, los machos alcanzan una altura a la cruz de entre 59 y 70 centímetros, y un peso que va de 30 a 40 kilogramos. Por su parte, la altura a la cruz de las hembras va de 57 a 65 centímetros y el peso ideal va de 25 a 35 kilogramos.



Carácter del braco de Weimar


El weimaraner es un perro muy dinámico, curioso, inteligente y leal. Si decidimos adoptar un perro de esta raza, nos sorprenderá su carácter dulce y entregado así como su paciencia y bondad. Precisamente por este carácter tan positivo, el braco de Weimar es una de las razas más recomendadas para familias con niños mayores, familias jóvenes y personas, en general, con un ritmo de vida activo y estimulante.

Eso no significa que no sean perros apropiados para convivir con niños pequeños, pero en este caso será recomendable supervisar siempre a ambos miembros de la familia, para evitar que la brusquedad de movimientos del weimaraner pueda lastimar sin querer a los pequeños. Por el contrario, no es una raza apropiada para personas sedentarias.

Algo importante a mencionar es que sus instintos cazadores son fuertes y salen a flote con facilidad. Descubrirás pronto su afición por los juegos de buscar y su fijación por los juguetes con sonido.

Por otro lado, el weimaraner puede ser un perro algo desconfiado o tímido con los extraños, especialmente si no trabajamos adecuadamente la socialización, un proceso en su educación del que hablaremos más adelante. Precisamente por este carácter reservado, es habitual que los bracos de Weimar alerten efusivamente a sus dueños ante la presencia de cualquier extraño en el hogar.


Cuidados del braco de Weimar


El pelaje del weimaraner, tanto de pelo corto como de pelo largo, es relativamente fácil de cuidar, ya que no requiere atenciones especiales. Sin embargo, es necesario el cepillado regular para retirar el pelo muerto y evitar enredos en la variedad de pelo largo. Solamente hay que bañar al perro con la frecuencia adecuada, entre uno y dos meses es lo habitual, pero también debemos bañarle si está excesivamente sucio. Recuerda que un uso excesivo de productos químicos dañan la dermis de nuestro mejor amigo, por lo que no es aconsejable abusar del baño.

Por otro lado es importante resaltar que el braco necesita mucho ejercicio y compañía. Sus orígenes como perro cazador le han proporcionado una gran resistencia e instinto predador, por lo que necesita correr libremente en áreas seguras prácticamente de forma diaria. Jugar a buscar y traer la pelota es sin duda una de las actividades más recomendadas, pero también puedes descubrir otros ejercicios para perros adultos como el Agility, el running o la natación. Recuerda que es un perro con grandes necesidades afectivas por lo que no es recomendable dejarle solo por períodos prolongados cada día o recluirlo en un jardín.

Dada su gran necesidad de ejercicio, el braco de Weimar no es un perro recomendado para vivir en apartamento, aunque puede acostumbrarse si recibe entre dos y tres paseos largos diariamente. En caso de vivir en la ciudad, es también recomendable acudir con él al bosque para realizar excursiones. Las nuevas experiencias le proporcionarán la estimulación que necesita para mantenerse feliz.


Educación del braco de Weimar


La educación del weimaraner empieza desde su tierna infancia, cuando imita a su madre y hermanos, aprendiendo a relacionarse con ellos correctamente. Más adelante y cuando ellos falten, será imprescindible seguir con el proceso de socialización que a partir de los tres meses de vida se convierte en algo fundamental. Debes presentarle de forma diaria a otros perros, personas, animales y entorno, así evitaremos los futuros miedos o actitudes negativas propias de una mala socialización.

Aunque no son perros de fácil adiestramiento, si empezamos de forma pronta, nuestro braco puede aprender todo lo necesario, como aprender a orinar en la calle o las órdenes básicas de obediencia. Para ello lo mejor es utilizar el refuerzo positivo, es decir, premiar a nuestro perro siempre que realice algo correctamente. Podemos hacerlo con golosinas, caricias o palabras de ánimo. Recuerda que el refuerzo positivo fomenta que aprendan más y mejor.

Con un braco de Weimar está bien educado y socializado, no suelen aparecer problemas del comportamiento. Sin embargo, si el perro no recibe suficiente ejercicio físico y mental, además de mucha compañía, puede volverse ladrador y destructivo. En estos casos actuaremos rápidamente ofreciendo actividades variadas, afecto y ejercicio activo.

Al margen de la socialización y la obediencia básica, será importante seguir educando a nuestro braco de Weimar con trucos nuevos, órdenes avanzadas y hasta la iniciación al Agility, una actividad física que combina ejercicio e inteligencia, muy recomendable en esta raza.


Salud del braco de Weimar


El weimaraner es sin duda una de las razas de perros más saludables y con menor predisposición a enfermedades hereditarias. Aún así, el braco de Weimar es muy propenso a la torsión gástrica por lo que hay que evitar que haga ejercicio inmediatamente antes y después de comer. Otras enfermedades que se presentan en esta raza con alguna frecuencia son:

  • Disrafismo espinal
  • Displasia de cadera
  • Entropión
  • Hemofilia A
  • Enfermedad de von Willebrand
Para asegurar el buen estado de salud de tu braco de Weimar, es imprescindible que visites al veterinario cada seis meses aproximadamente. De esta forma, el especialista podrá detectar cualquier enfermedad o problema de salud de forma pronta y mejorar las expectativas del tratamiento. También será necesario para seguir correctamente su calendario de vacunación y la desparasitación regular que debe seguir. Si sigues nuestros consejos disfrutarás de un perro sano y saludable por mucho tiempo.



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